Problemas aceras Atenas

 


Este tema recurrente en Atenas ha vuelto a captar la atención de la prensa internacional, como se destaca en un reciente artículo de The Guardian titulado "Una epidemia de caídas en las calles de Atenas", exponiendo el peligroso estado de las aceras de la ciudad y su inexistente cultura del peatón, lo que culmina con una ciudad catalogada como altamente inhóspita para gente con problemas de movilidad.

TheGuardian subraya los peligros que los atenienses y los turistas deben enfrentar diariamente, desde pavimentación desigual hasta estacionamiento ilegal, sin ningún decoro, que pone en peligro a todos.

A medida que aumenta el número de visitantes y crecen las preocupaciones de seguridad, los funcionarios están sintiendo la presión de abordar el permanente deterioro de las infraestructuras de Atenas. Exceptuando las calles del barrio de Plaka y alrededores de la Acrópolis, las cuales el Ayuntamiento procura mantener en mejores condiciones.

El artículo señala que Atenas tiene una de las tasas de propiedad de automóviles más altas de Europa, con 816 vehículos por cada 1.000 residentes. Causado principalmente por el hecho de las limitaciones de circulación, dependiendo de la terminación del nr. de la matrícula. Por ese motivo, en muchos domicilio hay dos coches: uno con matricula par y otro impar. Esto ha provocado una crisis de estacionamiento, lo que ha obligado a muchos conductores a aparcar en las aceras, agravando aún más el problema.

El alcalde de Atenas, Jaris Doukas, ha reconocido estas preocupaciones, diciendo que hay planes están en marcha para hacer frente al estacionamiento ilegal, reparar el pavimento dañado e introducir rampas de accesibilidad. Sin embargo, los expertos sostienen que estas medidas por sí solas no van a ser suficientes.

El encargado de Urbanismo Alexandros Bartzokas-Tsiompras aboga por un enfoque más integral, destacando la necesidad de mejorar el transporte público, la creación de estaciones de uso compartido de bicicletas y la introducción de una carga de congestión para reducir la dependencia de los automóviles. Quien conozca la ciudad y la idiosincrasia de los atenienses, ya habrá deducido que estas medidas no conducen a ninguna solución real del problema.

Por su parte, el teniente de alcalde, Andreas Grammatikoyiannis, también apoyó restringir los coches del centro histórico, y de este modo priorizar la seguridad de los peatones.

Si bien parece haber consenso político sobre la necesidad de mejorar el estado actual de las aceras y la accesibilidad general, está por ver si estos esfuerzos tendrán éxito.

Los intentos anteriores siempre se han quedado cortos, enfrentando la resistencia a ponerlos en practica de los mismos habitantes y/o los dueños de los negocios que se quejan de la congestión de la ciudad.



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